AQUAGYM

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jueves, 2 de septiembre de 2010

ATENCION A LA DIVERSIDAD EN LA ESCUELA

La atención a la diversidad hay que entenderla como una tarea habitual de los profesores, dirigida al conjunto de los alumnos, y con el fin de que adquieran las capacidades indicadas en los objetivos de área y de etapa.
No se trata de bajar los niveles para todos los alumnos, ni tampoco de prescribir actividades específicas y diferentes para cada uno según sus capacidades, intereses y motivaciones, porque sería imposible, sino que se realicen ofertas variadas en todos los ámbitos, para dar fa r a la población escolar.
La respuesta a la diversidad tiene que enfocarse desde diferentes niveles (centro, ciclo, área) y desde diferentes ámbitos (proyecto educativo, proyecto curricular, programación de área ... ). Como puede comprobarse, esta respuesta implica globalmente a todo el centro educativo. Ésta nos lleva a tomar unas medidas que en ocasiones serán de carácter extraordinario (adaptaciones curriculares significativas, diversificación curricular ... ), pero en este trabajo vamos a hacer referencia a las medidas de carácter ordinario que cualquier persona e instancia con responsabilidad educativa está obligado a desarrollar.
En el desarrollo de este trabajo se comenzará con una breve revisión sobre las medidas de atención a la diversidad en los niveles superiores de la planificación: el Proyecto Educativo y el Proyecto Curricular, para centrarme después en los distintos aspectos de la Programación (objetivos, contenidos, actividades, evaluación, materiales, espacios, etc) y terminar con unas conclusiones.

MEDIDAS DE ATENCIÓN EN LOS NIVELES SUPERIORES
Las medidas ordinarias de atención a la diversidad se han de tomar teniendo en cuenta un sistema gradual, de manera que las primeras han de preferirse a las siguientes, es decir, hay que conseguir que las medidas tomadas en los niveles superiores sean tan eficaces que hagan disminuir las de los inferiores.
El curriculum básico que define las intenciones educativas en términos de objetivos generales de cada etapa o área, constituye el marco prescriptivo común. Sin embargo, ese curriculum posee un carácter abierto y flexible, de manera que es posible y necesario adaptarlo a las características particulares de cada centro, y que se concreta en los proyectos educativos, proyectos curriculares y en las programaciones.
En el Proyecto Educativo, que supone el primer nivel de concreción, las decisiones relativas a la atención a la diversidad se refieren a la adaptación de los Objetivos Generales de Etapa a las características del centro, la cual se plasma en la definición de las propias señas de identidad, en su concepción pedagógica general, en las finalidades y en las prioridades educativas.
En el Proyecto Curricular son varias las medidas que se pueden tomar:
1.-Realizar una oferta de optatividad que se adapte a las capacidades, necesidades e intereses de los alumnos.
2.-Implementar programas de acción tutorial (PAT) que permitan una acción más personalizado y que incida en un desarrollo más equilibrado e integral de los alumnos.
3.-Desarrollar programas de orientación académica y profesional que preparen al alumno para la toma de decisiones en los dos ámbitos.
4.-Establecer criterios de titulación y promoción que tengan en cuenta además de los logros de los alumnos en las diferentes áreas o materias, el grado en la adquisición de las capacidades globalmente consideradas y que se encuentran reflejadas en los objetivos generales de etapa (evaluación integradora). Se trata de valorar las posibilidades que tienen los alumnos, individualmente considerados, para continuar con ciertas garantías los estudios en los niveles educativos posteriores.

ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN LA PROGRAMACIÓN
El aula es el lugar donde confluyen tantas y tan variadas personalidades, que es en ella donde se requiere concretar la atención a la diversidad. El profesor debe planificar y poner en práctica una serie de estrategias de enseñanza y aprendizaje si quiere atender adecuadamente a los alumnos y cumplir con ese principio de atención a la diversidad, que junto con el de la comprensividad, constituyen los dos pilares del quehacer educativo en la ESO.
En ese trabajo de planificación, que el profesor realiza dentro de un departamento y que se plasma en la programación del área, y en la tarea diaria dentro del aula, es donde se implementan una serie de medidas que den respuesta educativa a la totalidad de los alumnos:
Objetivos y contenidos:
* Cuando se definan los objetivos, prestar atención al desarrollo de las diversas capacidades: cognitivas, motrices, efectivas, de relación interpersonal y de relación social.
* En primer lugar y, teniendo como referente los contenidos básicos, que todos los alumnos deberían aprender, habría que respetar los distintos ritmos y niveles de aprendizaje.
* Hay que tratar de forma equilibrada los diferentes tipos de contenidos presentes en las áreas. No fijar únicamente contenidos de tipo conceptual, pues algunos alumnos pueden llegar a desarrollar las capacidades a través de contenidos procedimentales.
* En la secuenciación y organización de los contenidos se debe tener en cuenta el siguiente proceso: presentar los contenidos de forma global y sencilla e interrelacionados entre sí, para ir profundizando y analizándolos según los diferentes ritmos de aprendizaje de los alumnos.
* Conviene realizar la conexión de los contenidos nuevos con los conocimientos previos de los alumnos.
* Relacionar los contenidos nuevos con su posible utilización en situaciones reales de la vida de los alumnos (funcionalidad).
* Es conveniente repasar los contenidos anteriores cuando se presentan los nuevos, y de esa manera se posibilita la adquisición por parte de los alumnos con desventajas de aprendizajes no adquiridos y al mismo tiempo se atiende al resto.
* Posibilitar la selección por parte de los alumnos de algunos temas dentro de un área, ya que favorece la motivación para aprender.
* También es aconsejable trabajar los temas de distintas formas y con diversos niveles de profundización.

Actividades:
Las actividades que plantea el profesor para tratar los diversos contenidos permiten acceder de forma individual y diversa a los objetivos curriculares y por tanto el profesor debe presentar una variada gama de actividades graduadas en dificultad y en profundidad respecto a los contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales). La diversidad de actividades supone también diversidad de itinerarios que conducen a los mismos contenidos.

A cerca del método:
Sobre la organización y agrupamiento de los alumnos para realizar las actividades, es conveniente plantear actividades individuales, en parejas, en pequeños grupos y de grupo general, para aprovechar las posibilidades que ofrece cada tipo de aprendizaje y se podrá dar respuesta a los diferentes estilos de aprendizaje de los alumnos.
Otros criterios a tener en cuenta en la planificación del proceso de enseñanza y aprendizaje son los siguientes:
- Establecer un equilibrio entre las explicaciones del profesor y el trabajo de los alumnos.
- Implicar a los alumnos en trabajos de preparación y exposición posterior de algunos temas relacionados con los contenidos de las áreas y materias.
- Ofrecer la posibilidad a los alumnos para que seleccionen las actividades más adecuadas.
- Presentar actividades que permitan diversos niveles de ejecución.
- Vincular las actividades a problemas cercanos a los alumnos.
- Permitir diferentes ritmos en la realización de las tareas y aceptar que los alumnos o grupos de alumnos puedan realizar diferentes tareas.
- Utilizar ciertas formas de trabajo cooperativo a través de proyectos y talleres.
- Realizar agrupamientos flexibles de alumnos para determinadas actividades.
- Utilizar los espacios disponibles además del aula y adaptarlos a las diversas actividades y agrupamientos.
- En relación a los materiales de trabajo y estudio, hacer uso de distintas fuentes de información y no limitarse a un libro de texto, ya que debemos desarrollar la capacidad de aprender a aprender, por lo que hay que enseñar estrategias tanto de búsqueda como de procesamiento de la información.
Dar a conocer a los alumnos los criterios de evaluación) de las diferentes áreas, unidades y bloques de contenidos de forma previa a su tratamiento.

Sobre la evaluación:
Conviene entender el sentido de la evaluación¡ no como mera calificación sino como instrumento que nos permite conocer la situación de los alumnos en el proceso de enseñanza y aprendizaje y proporcionarles la ayuda necesaria en cada momento, lo que implica un ajuste de la acción educativa por parte de¡ profesorado.
Algunos criterios a tener en cuenta para adaptar la evaluación a la diversidad serían:
* La evaluación ha de centrarse en los diferentes tipos de contenidos (no sólo en los conceptuales), en relación con las actividades realizadas y con procedimientos de evaluación adecuados a esos contenidos.
* Evaluar no sólo el producto final, sino el proceso de aprendizaje de¡ alumno, qué van aprendiendo y el cómo.
* Realizar una evaluación inicial siempre que se inicie una unidad o bloque de contenidos.
* Realizar la evaluación de forma continua, lo que no significa «exámenes continuos», sino una recogida de información, a través tanto de las actividades diarias de enseñanza-aprendizaje, como de actividades específicas de evaluación.
* Las actividades específicas de evaluación deberán reflejar la diversidad de contenidos, de situaciones y de actividades realizadas.
* También los procedimientos e instrumentos de evaluación serán variados y adaptados a las diversas situaciones de aprendizaje llevadas a cabo en el aula y en los espacios ya mencionados. Utilizar además de las pruebas escritas (práctica habitual) otros procedimientos e instrumentos que están al alcance de todos: la observación), el seguimiento de las actuaciones diarias de los alumnos, tanto en los resultados como en el proceso, la entrevista personal, el uso de cuestionarios, anecdotario, listas de control, escalas graduadas etc.
- Permitir la participación de los alumnos en el proceso de evaluación.
-Facilitar la autoevaluación y la coevalución.
- Fomentar la evaluación de¡ funcionamiento global de la clase por parte de los alumnos y consensuar las propuestas de mejora con el profesorado (actividades de pre y postevaluación que figurarán en el PAT).
- Las actividades de evaluación serán variadas y relacionadas con las actividades de aprendizaje realizadas.

CONCLUSIONES
La realidad educativa de¡ momento nos plantea la necesidad de dar respuesta a la diversidad de alumnos, de formas de aprendizaje, de ritmos, de estilos de enseñanza, etc. y por ello estamos obligados, por ley y por eficacia profesional, a tomar unas medidas que satisfagan esa necesidad.
Existen diferentes tipos de medidas, ordinarias y extraordinarias, en el abanico de posibilidades que nos encontramos. La propuesta que aquí se ofrece se refiere a las primeras y no posee carácter prescriptivo, sino orientativo, y para que sea efectiva tiene que ser contextualizada y adaptada a las características diferenciales de cada centro, aula y alumnado.


http://perso.wanadoo.es/angel.saez/pagina_nueva_149.htm

viernes, 25 de junio de 2010

sábado, 8 de mayo de 2010

LA DIVERSIDAD INFANTIL

La diversidad es una característica del alumnado en las etapas de Infantil y Primaria. Esta diversidad que se debe a una multiplicidad de causas –sociales, culturales, familiares, personales, etc.- puede convertirse en desigualdad. O si se quiere, desde otro punto de vista complementario, puede contribuir a aumentar o disminuir las desigualdades ya existentes en vez de, potenciando los aspectos positivos que conlleva, suponer una gran oportunidad educativa y de aprendizaje.
Cuando hablamos de diversidad es evidente que hablamos de las características que tiene todo el alumnado de estas etapas, no solamente del sector que tiene identificadas unas determinadas necesidades educativas especiales. Pensamos que la atención a la diversidad es el núcleo del trabajo educativo que se realiza en los centros educativos. La diversidad es una característica natural de los grupos escolares. Una buena práctica de atención a la diversidad es una buena práctica educativa y una de las tareas claves en la escuela primaria es establecer los mecanismos necesarios para poder descubrir, potenciar y desarrollar las capacidades y características personales de todo el alumnado.
Para poder lograr esto se debe tener en cuenta con respecto al alumnado una serie de pautas para poder desarrollar una buena practica educativa:
Diseñar la respuesta educativa individual para el alumnado que asiste al aula y planificar las intervenciones adecuadas.
Planificar propuestas educativas diversificadas de organización, procedimientos, metodología y evaluación adaptadas a las necesidades del alumnado.
Diseñar programas para fomentar el desarrollo de las habilidades lingüísticas y sociales.
Favorecer la integración escolar en su propia aula.
También es indispensable trabajar en conjunto con la familia asesorándola sobre las actuaciones específicas de alumno, favoreciendo la participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos, establecer lazos de colaboración entre familias y centro, demandar la ayuda para la puesta en marcha de determinadas medidas educativas e información necesaria para su seguimiento y recoger todos los datos necesarios del ámbito familiar.
El docente o profesor debe seguir ciertos pasos metodológicos para lograr un proceso de enseñanza-aprendizaje efectivo y eficaz. En principio debe partir de los conocimientos previos del alumnado, (evaluación inicial), potenciar la participación y colaboración del alumnado en los aprendizajes, plantear actividades y procedimientos de evaluación diversificados, adaptados a los diferentes niveles e intereses del alumnado, enseñar a autoevaluarse y a planificarse el trabajo y por último potenciar el trabajo en grupo.